¿Qué es una extracción? ¿En qué consiste?

La extracción dental es el acto de retirar de una pieza dental de su cavidad alveolar del hueso maxilar o mandibular o de parte de ella.

Si un diente se ha roto o dañado por caries, su dentista intentará arreglarlo con una obturación dental, una corona u otro tratamiento. No obstante, a veces el diente está muy dañado y no puede repararse. En este caso, se debe extraer. Un diente muy flojo también se deberá extraer si no se puede salvar, incluso con cirugía de reemplazo de hueso (injerto óseo).

Lo primero que haremos será tomar una radiografía del área para ayudar a planificar la mejor manera de extraer el diente. Se tendrán que proporcionar sus antecedentes médicos y dentales completos e informar de todos los medicamentos (si los hay) que toma el paciente.

Si se va a extraer una muela del juicio, se puede hacer una radiografía panorámica. Esta radiografía toma una fotografía de todos los dientes de una vez. Puede mostrar varias cosas que ayudan a guiar la extracción:

– La relación de la muela de juicio con los otros dientes.

– La relación de los dientes superiores con los senos paranasales.

– La relación de los dientes inferiores con un nervio de la mandíbula que le da sensibilidad a la mandíbula, los dientes inferiores, el labio inferior y el mentón. Este nervio se llama «nervio alveolar inferior».

– Cualquier infección, tumor o enfermedad ósea que pueda estar presente.

Hay dos tipos de extracciones:

Una extracción simple se realiza con un diente que se puede ver en la boca, son las más habituales. En una extracción simple, el odontólogo afloja el diente con un instrumento llamado «elevador». Luego, usa un instrumento que se llama «fórcep» para extraer el diente.

Una extracción quirúrgica es un procedimiento más complejo. Se usa si un diente puede haberse roto en la línea de las encías o aún no ha salido. Las extracciones quirúrgicas las suelen hacer los cirujanos bucales, aunque también las hacen los odontólogos generales. El médico realiza una pequeña incisión (corte) en la encía. A veces, es necesario extraer parte del hueso que hay alrededor del diente o cortar el diente por la mitad para poder extraerlo.

Las extracciones más simples se pueden hacer con solo una inyección (anestesia local). El paciente podrá o no recibir medicamentos que lo ayuden a relajarse. En el caso de una extracción quirúrgica, recibirá anestesia local y también se le podrá administrar anestesia por vía intravenosa. Algunas personas podrán necesitar anestesia general. Esto incluye a pacientes con afecciones médicas o conductuales específicas y a niños pequeños.

Durante una extracción dental simple, puede esperar sentir presión, pero no dolor.
Las extracciones quirúrgicas suelen causar más dolor después del procedimiento que las extracciones simples. El nivel de molestia y su duración dependerán de cuán difícil haya sido extraer el diente. Desde nuestra clínica podemos prescribirle analgésicos por algunos días y luego recomendarle antiinflamatorios. La mayor parte del dolor desaparece después de un par de días.

La mayor parte de la hinchazón y del sangrado finaliza uno o dos días después de la cirugía. La cicatrización inicial toma al menos dos semanas.

Cuidados después de una extracción

– Controla el sangrado de la zona. Con una gasa estéril seca, presiona suavemente durante unos minutos para que la sangre se coagule, y déjate la gasa puesta durante unos 30 minutos para que no haya hemorragia. Si al quitarla sigue sangrando (el primer día es normal), consulta al profesional.

– Después de la intervención, aplicar hielo para bajar la inflamación a intervalos de 30 minutos hasta la hora de acostarse. Es normal, según el grado de la cirugía, presentar hinchazón entre las 24 y las 72 horas, después remite de forma espontánea. Ten paciencia. Procura descansar y no hacer esfuerzo los tres primeros días.

– La primera noche tras la cirugía, intenta mantener la cabeza levantada con cojines, para limitar el exceso de hemorragia e hinchazón.

– El primer día, intenta mantener una dieta blanda y fría. Evita las bebidas calientes y procura no masticar por el lado de la herida.

 Evita fumar, beber alcohol y bebidas carbonatadas por lo menos durante la primera semana posterior a la cirugía.

– Al día siguiente de la extracción, enjuaga la boca 3-4 veces al día utilizando agua tibia salada (una cucharadita de sal en un vaso de agua es suficiente). Cuando termines de enjuagarte, no escupas demasiado fuerte, para no romper el coágulo de sangre. Deja que el agua resbale.

– Es importante mantener la higiene en la zona de la herida. Después de cada comida, límpialo con una pequeña gasa húmeda, y cepilla los dientes con cuidado alrededor, para que no se forme placa. Finaliza con un enjuague bucal.

– Haz caso a las pautas que te ha marcado el dentista en cuanto a antibióticos, calmantes y cuidados. Evita las aspirinas, que dificultan la coagulación.

– Y, por supuesto, si tienes dolor prolongado o severo, inflamación, hemorragia o fiebre, llama inmediatamente a tu odontólogo. Estaremos a tu disposición en todo momento.

Nuestra clínica se encuentra en Calle Cortegana, 3 (Huelva), nos puedes visitar cuando quieras y así conocer nuestras instalaciones y a nuestro equipo.
Asimismo, puedes contactar con nosotros por medio de nuestros teléfonos: 

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Nuestros conocimientos, experiencia y profesionalidad están a tu alcance. Nuestros clientes y su salud bucodental son nuestra prioridad. ¡Ven a conocernos o llámanos!